Durante tres semanas hemos trabajado dibujando con grafito y carboncillo un torso femenino tallado en madera. En cierta medida hay que reeducar la vista o decirle al cerebro que es lo que está viendo y detenerse y recrearse en la poesía de esa visión.
Técnicamente hemos aprendido a encajar el modelo en el formato elegido, a trabajar rápidamente con manchas y sin detalles tomando apuntes con barra de grafito para captar la esencia del modelo, a entender «el todo» y corregir sin borrar, avanzando y añadiendo en vez de restando y finalmente hemos entrado al trabajo final con carboncillo en formato 70×100.
Una vez mas el resultado es espectacular. Hay un momento en el que el modelo deja paso a la poesía de la obra. Ese momento es bueno sentirlo y valorarlo
Gracias Nini y María